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Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA)

Por La Dra. Rocio Carrión y Dra. Manuela Lebrero

¿Qué son?

Son trastornos caracterizados por un comportamiento anormal frente a la ingesta alimentaria y una obsesión por el control de peso, con alteración de la imagen del propio cuerpo en el espejo. Se originan por la interacción de diversos factores biológicos, psicológicos, familiares y socioculturales. Provocan consecuencias negativas tanto para la salud física como mental de la persona.

Los más conocidos son la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa, pero también existen otros como por ejemplo la ortorexia (obsesión por la comida sana) y la vigorexia (obsesión por el ejercicio físico).

Son enfermedades graves, ya que pueden alterar el correcto funcionamiento de todos los sistemas del cuerpo, pero se pueden curar si la persona hace el tratamiento con un equipo de médicos y psicólogos especializados. Un rasgo habitual de estos trastornos es la falta de conciencia de enfermedad, es decir que no se siente que la padece. Este hecho dificulta el tratamiento, por ello el papel de la familia es especialmente importante para intentar que la persona afectada reciba el tratamiento adecuado.


¿A quienes puede afectar?

A todos: mujeres y hombres de cualquier edad y nivel socioeconómico, independientemente del peso corporal. Esto significa que no son enfermedades únicamente de las personas delgadas.

De todas maneras son más frecuentes en las mujeres (90%) y aparecen mayormente en la adolescencia, ya que en esta etapa se producen diferentes cambios en el cuerpo, que sumándo los estereotipos sociales, de una “silueta perfecta”, a la inestabilidad emocional de esta edad, los hace los más vulnerables.


¿Cuáles son?

1. Anorexia nerviosa
2. Bulimia nerviosa
3. TCA no especificado
4. Ortorexia: Obsesión por la comida sana.
5. Vigorexia: Obsesión por el ejercicio físico

Anorexia nerviosa:
Se caracteriza por un miedo exagerado a engordar y por una distorsión de la imagen corporal, que hace que las personas que la tienen se vean y sientan gordas cuando no lo están. Una característica clave es la restricción del aporte alimentario que lleva a un peso significativamente bajo.
Cabe destacar también que se suelen dar: estado de ánimo depresivo, mal carácter, dificultad para concentrarse, ansiedad, irritabilidad, aislamiento social, pérdida de la libido, alteraciones del sueño y rituales obsesivos alrededor de la comida.
Conlleva a problemas de desnutrición grave como descalcificación ósea, problemas cardiacos, sensación constante de frío, constipación, caída de cabello, etc.

Bulimia Nerviosa:
Tiene como rasgo principal los episodios de atracones (ingesta voraz e incontrolada), en los que se ingiere una gran cantidad de alimento en poco tiempo y generalmente en secreto, con perdida de control sobre la ingesta. Las personas afectadas intentan compensar los efectos del atracón mediante vómitos provocados y/o con otras maniobras de purga, como laxantes, diuréticos o aumento de la actividad física.
Muestran preocupación enfermiza por el peso y la figura, pero no se producen necesariamente alteraciones en el peso, ya que tanto pueden presentar peso normal, como bajo peso o sobrepeso. Suele ser un trastorno oculto, fácilmente pasa desapercibido, y se vive con sentimientos de vergüenza y culpa.
En cuanto a los atracones suelen desencadenarse por estados de humor alterados, dificultades interpersonales, hambre intensa o sentimientos relacionados con el peso, la figura corporal o los alimentos.

TCA No Específicos:
Reciben este nombre porque no entran exactamente en la definición clínica establecida para la Anorexia o Bulimia nerviosa porque les falta alguna de las características habituales. Las personas afectadas por estos trastornos pueden tener una combinación de síntomas de ambas enfermedades a la vez, que pueden ser cambiantes en el tiempo.
El más conocido es el trastorno por atracones, que en este caso, las personas afectadas tienen episodios en los que comen en exceso, pero no intentan controlar su peso con técnicas de compensación (diferencia con la Bulimia Nerviosa).
Los trastornos atípicos, incluido el trastorno por atracones, representan más de la mitad de los casos de TCA.

Factores de Riesgo

Los factores de riesgo son aquellos que facilitan la aparición de los trastornos de la conducta alimentaria. Son muchos los que predisponen la posibilidad de que aparezcan y la combinación de estos puede provocar el desarrollo y mantenimiento de la enfermedad. Algunos de ellos son:

Biológicos: Predisposición genética, por ejemplo si hay algún familiar con TCA.
Sociales: presión por la delgadez como símbolo de belleza y éxito
Entorno familiar: Familias sin estructura estable o sobreprotectoras, con poca comunicación, altas expectativas familiares, preocupación excesiva por el peso y las dietas del padre o la madre, u obesidad de algún miembro
Rasgos psicológicos: Ciertos rasgos de personalidad como una autoexigencia muy elevada, perfeccionismo obsesivo, necesidad de control o baja autoestima
Experiencias vitales estresantes: Cambios traumáticos en la estructura familiar como, por ejemplo, la muerte de uno de los miembros, abusos físicos o psicológicos, separación o divorcio, cambio de residencia, exámenes, etc.
Críticas y burla relacionadas con el físico.
El sistema de tallaje actual: la diferencia en la numeración del mismo talle en diferentes marcas de ropa hace que la persona intente mantener el número de talle, sin tener en cuenta la medida real.
Adolescencia
Sexo femenino



Señales de Alerta

Utilización injustificada de dietas restrictivas
Estado de preocupación constante por la comida con miedo y rechazo exagerado al sobrepeso. Con percepción errónea de tener un cuerpo con alto peso
Sentimiento de culpa por haber comido
Comportamiento alimentario extraño (velocidad ingesta, comer derecho, etc)
Levantarse de la mesa y encerrarse en el baño después de cada comida
Aumento de la frecuencia y cantidad de tiempo que está en el baño
Evitar comidas en familia
Encontrar comida escondida o restos, por ejemplo, en su habitación
Pérdida de peso injustificada
Práctica de ejercicio físico de forma compulsiva con el único objetivo de adelgazar
Práctica del vómito autoinducido, consumo de laxantes y diuréticos
Amenorrea (desaparición de la menstruación durante, como mínimo, 3 meses consecutivos) si es mujer, como síntoma debido a la desnutrición
Otros síntomas físicos debidos a la desnutrición: frío en las manos y pies, sequedad de la piel, constipación, palidez o mareos, caída de cabello, etc.
Intentos de esconder el cuerpo con ropa ancha, por ejemplo
Alteración del rendimiento académico o laboral
Aislamiento progresivo
Aumento de la irritabilidad y agresividad
Aumento de los síntomas depresivos y/o la ansiedad



Consecuencias de una Conducta Alimentaria Inadecuada

• Anorexia Nerviosa:
Pérdida de peso injustificada o estancamiento de peso (en caso de niños), retraso en la aparición de la primera menstruación o pérdida de la misma, palidez, caída de cabello, sensación de frío, dedos azules, tensión arterial baja, debilidad y mareos.

• Bulimia Nerviosa:
Menstruaciones irregulares, dolor muscular y fatiga, irritación crónica de la garganta o pérdida de los dientes debido a la repetida provocación del vómito e inflamación de las glándulas salivares.



Tratamiento

Es indispensable contar con la colaboración de la familia. Deben llevarlo a cabo equipos multidisciplinarios de profesionales especializados que pueden atender las complicaciones médicas, psicológicas, sociales y familiares que vayan surgiendo.

Los cuidados médicos van dirigidos a eliminar las complicaciones físicas que se hayan producido, reestablecer un peso normal y aprender a comer de forma saludable.

Una vez se ha conseguido el equilibrio físico necesario, se abordan los problemas psíquicos que van ligados a esta enfermedad, y son profesionales de la psicología o la psiquiatría quienes se ocupan de ellos.

Por eso, un tratamiento adecuado para estos trastornos debe estar basado en el tratamiento psicológico y nutricional.


¿Cómo Podemos Ayudar a una Persona que nos Preocupa?

Es muy importante ser honesto, directo y comprensivo. Hace falta sentarse tranquilamente y explicarle con exactitud lo que se ha notado. Se debe decir a la persona que realmente se está muy preocupado por lo que sucede y se le debe hacer saber que te gustaría ayudarla. Sugierele ayuda profesional.

Si el/ella se resiste a ser ayudado/a o bien niega el problema, es posible que no se trate de esto o puede ser que no esté preparado/a para admitir que tiene un problema.

Háblale de las cosas que observas y que te preocupan. No puedes obligarle a buscar ayuda, pero puedes hacerle saber a donde puede dirigirse o llamar para pedir información, hasta puedes sugerirle que empiece por hacerse un examen médico de rutina.

No te pelees por el tema de la comida o el peso. No se ha de intentar manipular con sobornos, recompensas, castigos o culpabilidad. Ninguna de estas tácticas funciona. La clave está en hacerle sentir nuestro apoyo.


¿Dónde Podemos Acudir Para Buscar Ayuda Profesional?

Si crees que puedes sufrir un trastorno alimentario, o algún amigo/familiar, es fundamental que pidas o pida ayuda. El proceso de atención para este tipo de enfermedades se inicia en el centro de salud, donde el médico te asesorará y valorará el caso.

No te preocupes por la confidencialidad. Todos los detalles concretos que compartas con los profesionales de la salud son una información personal y privada.


Conclusión

Los TCA son enfermedades complejas que requieren el apoyo del entorno del individuo como así el asesoramiento de diferentes profesionales de la salud.

Diagnosticado a tiempo tiene grandes posibilidades de mejorar y no dejar secuelas .